Cine para el verano 2023

El verano es un tiempo de desconexión. Los viajes, la playa la montaña se convierte en objetivos para relajarnos y descansar. También la lectura de buenos libros puede ayudarnos a reposar y encontrarnos. Y, como no, el verano es un momento estupendo para ir al cine. Varias películas llegan a nuestras pantallas en la época estival y son muy recomendables para divertirnos, cargar las pilas y “refrescarnos”

Indiana Jones y el dial del destino Parece mentira, pero la saga que inició Spielberg hace 40 años, continúa en su quinta aventura con un Harrison Ford ochentón y estupendo esta vez dirigido por James Mangold.

Misión imposible, sentencia mortal. Parte 1 (de Christopher McQuarrie). Otro clásico, otra saga. De nuevo Tom Cruisse, en una excelente forma física, vuelve en una séptima edición a vivir misiones trepidantes que fascinan al espectador desde el minuto uno.

Pero no son los únicos que regresan. También lo hacen nuestros Campeones de Javier Fesser esta vez en Campeonex. El equipo de basket formado por personas con discapacidad se convierten ahora en un equipo de atletismo, convencidos de sus posibilidades, saboreando la amistad y denunciando la pretendida superioridad de las personas con capacidades habituales. De nuevo la risa, la ternura y el buen rollo.

También regresa Santiago Segura con otra película familiar, Vacaciones de verano, protagonizada por el mismo Segura, Leo Harlem y un puñado de chavales de los que estos padres irresponsables y cariñosos (Segura y Harlem) deben hacerse cargo viviendo mil apuros más que divertidos.

Con un tono más serio y reflexivo, llega otra película muy deseada, Oppenheimer, del espectacular y comercial Cristopher Nolan. La película cuenta la vida del científico que desarrolló la bomba atómica.

Y, si uno se queda en casa y quiere ver una buena serie, La unidad. Kabul (de Dani de la Torre y Oskar Santos). Trepidante y durísima, cuenta la historia de una unidad de la policía española con una misión en Afganistán que son sorprendidos por los enfrentamientos entre muyahidines, talibanes y fuerzas del ISIS-K y acaban envueltos en una situación peligrosa justo cuando se inicia la evacuación de los extranjeros. Terrible y fascinante, nos mantiene atentos a la pantalla con la respiración cortada. Extraordinaria.

Aprovechemos, pues, el verano. La pantalla sigue ahí, con buenas películas esperando buenos espectadores.

Feliz verano.

JOSAN MONTULL

Mi querida cofradía

Mantillas y torrijas: MI QUERIDA COFRADÍA

 

Dirección: Marta Díaz De Lope Díaz (España Año: 2018)

Reparto: Gloria Muñoz, Pepa Aniorte,

Juan Gea, Joaquín Núñez,

Manuel Morón, Rosario Pardo,

Rocío Molina y Alejandro Albarracín

Género: Comedia

Guion: Zebina Guerra y

Marta Díaz De Lope Díaz

Fotografía: Vanesa Sola

Música: Javier Rodero

 

La ópera prima de Marta Díaz tuvo una gran acogida del público en el último festival de Málaga.

Ambientada en la Semana Santa de una localidad andaluza, la película nos cuenta la historia de Carmen, una mujer con un señorío portentoso.  Desde hace más de 30 años lleva trabajando sin descanso por su querida Cofradía. En ella, Carmen lo es todo; anima, controla, corrige y se desvive. Su sueño es convertirse en hermana mayor de la misma pero el mundo machista de la tradición religiosa se lo impide por completo. Tras una votación con pocas garantías Ignacio, un vivales prepotente y nada religioso, es elegido hermano mayor. Tras una discusión pública y grabada en vídeo de los dos rivales, Carmen urde un plan para quedarse con el puesto del recién nombrado hermano mayor…pero el plan se le va de las manos y envenena en su propia casa a Ignacio. De pronto la casa de Carmen empieza a recibir visitas: su hija que a punto de separarse, una vecina obsesionada por hacer bien las torrijas, la nieta que viene a comunicarles una noticia trascendente, el alcalde (un trepa sin chispa) y un guardaespaldas muy cretino. Todos desfilan por la casa de Carmen mientras el cuerpo inerte de Ignacio va siendo trasladado de un lado a otro. Entre tanto, todo está preparado para que salga la procesión desde la Iglesia…pero ésta no puede salir hasta que no aparezca el hermano mayor.

La película rezuma alegría y una frescura admirables desde el primer momento. Los diálogo chispeantes y las situaciones rocambolescas van le dan a la obra un ritmo excelente. Sorprende muy gratamente el trabajo de las actrices, todas están estupendas; la Carmen a la que da vida Gloria Múñoz es un personaje entrañable: dura, resolutiva, piadosa y valiente.

Todo el film está construido como una gran comedia de enredo que funciona a las mil maravillas. El espectador ríe con ganas al ver las peripecias de estas mujeres envueltas en un lio monumental intentando salir airosas con una aparente calma de las situaciones más inverosímiles.

Es, por otra parte particularmente significativo, que el film reivindique el empoderamiento de las mujeres en el mundo exclusivista y masculino de algunas tradiciones religiosas. Hay una toma de conciencia feminista de esas mujeres que viven y sufren situaciones tan difíciles provocadas por la mala gestión de los hombres, que, amparados en costumbres caducas, utilizan su masculinidad para imponer su voluntad por más que ésta sea ridícula. Incluso Carmen está a punto de perpetuar estas arbitrariedades masculinas cuando tiene poder.

Y en estas idas y venidas, la Semana Santa está tratada con un respeto extraordinario. La veneración de las imágenes, la música, los trajes, la ornamentación floral, las mantillas…todo es tratado por Marta Díaz con un gran cariño. La comedia ironiza sobre el machismo tradicional pero en ningún momento lo hace con la tradición religiosa. Es particularmente significativo el momento en el que Carmen, subida a la peana de la Virgen, le dice “Si no fuera por mujeres como tú y como yo, no sé qué iba a ser de todo esto”. Es uno de los piropos marianos más hermosos vistos en la pantalla.

En fin, estamos ante una comedia excelente, irónica, amable y fresca. Ver a estas mujeres tan auténticas saliendo de todos los apuros derrochando ingenio es una auténtica gozada.

Y todo esto sin dejar de hacer torrijas.

 

JOSAN MONTULL