Llévame a la luna

La risa y nada más: LLÉVAME A LA LUNA

Título original: Un plan parfait.

Dirección: Pascal Chaumeil.

País: Francia. Año: 2012.

Duración: 104 min. Género: Comedia romántica.

Interpretación: Diane Kruger (Isabelle),

Danny Boon (Jean-Yves), Alice Pol,

Robert Plagnol, Jonathan Cohen.

Guion: Laurent Zeitoun y Yoann Gromb.

Producción: N. Duval-Adassovsky, L. Zeitoun, Y. Zenou.

Música: Klaus Badelt. Fotografía: Glynn Speeckaert.

Montaje: Dorian Rigal-Ansous.

El director francés Pascal Chaumeil llega en pleno verano a nuestras pantallas con un film sobre las relaciones, la seducción, el noviazgo, el matrimonio, la separación, el amor y el desamor.

Ya en su anterior película “Los seductores” había abordado el tema. Ahora, vuelve retoma el mismo fondo con una apuesta decidida por la comedia y con dos grandes avales: la presencia de los productores de la exitosa “Intocable” y la del actor Dany Boon que ha participado en comedias de éxito como “Bienvenidos al Norte” o “Mi mejor amigo”.

El punto de partida es muy inverosimil: la familia Lefebvre sobrelleva dignamente una maldición, todos los primeros matrimonios resultan un fracaso que conduce inevitablemente al divorcio. Consciente de este problema, una hija de la familia, Isabelle, enamoradísima de su novio con el que convive desde años, busca desesperadamente a un hombre al que enamorar para casarse con él y divorciarse a las pocas horas para, así, poder contraer matrimonio con el hombre al que realmente ama. Pero todo el plan se viene abajo cuando entabla relación con Jean-Yves Berthier, redactor de la guía del mochilero.

Jean Yves no es atractivo, es alocado, con un carácter difícil y con una personalidad impredecible. Jean Ives hará que su inesperada novia viaje al Kilimajaro, contraiga una boda masai y llegue hasta Moscú donde vivirán situaciones extravagantes.

La escena inicial (una desternillante cena de Nochebuena en la que la invitada solloza a gritos porque no se siente amada) es ya preludio de lo que vamos a ver: un film divertido, con unas situaciones disparatadas y locas; un film con un humor blanco apto para todas las edades, que no hay que tomar en serio porque no pretende más que hacer reír al espectador de una manera amable y sencilla. A lo largo de la película asistiremos a los encuentros y desencuentros de esta pareja peculiar: la manipuladora, tierna y hasta sádica Isabelle y el difícil, patoso y bueno Jean Ives. Esta relación, que comienza siendo cruel por parte de Isabelle terminará felizmente porque la bondad de Jean Ives será capaz de desarmar a su novia de ocasión y de manifestar que es posible la fidelidad en un primer amor.

Chaumeil explota hábilmente todos los registros interpretativos de los actores. La habilidad de Dany Boon, especialmente dotado para la comedia, es sorprendentemente secundada por Dyane Kruger. A esta bellísima modelo y actriz alemana la habíamos visto en otros films bien distintos como “Troya”, “Copyng Beethoven”, “Adios Bafana”, “Malditos bastardos”… interpretando papeles dramáticos que en nada hacía prever que nos encontrábamos ante una estupenda comediante. La química de los dos protagonistas basta para sostener la película.

Previsible en muchos momentos, exagerada en otros, esta comedia francesa tiene gracia y encanto. Que nadie busque en ella una gran reflexión sobre la pareja, el divorcio y el amor. En esta película aguda, ligera y divertida encontrará, eso sí, una simpática diversión amable y alguna que otra carcajada.

 

JOSAN MONTULL

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