Si Dios quiere

Sonrisas piadosas: SI DIOS QUIERE

Si Dio vuole. (Italia 2015)

Dirección: Edoardo Maria Falcone

Intérpretes: Marco Giallini, Alessandro Gassman, Laura Morante,Ilaria Spada, Edoardo Pesce, Enrico Oetiker, Carlo Luca De Ruggieri,Giuseppina Cervizzi

Guión: Edoardo Maria Falcone, Marco Martani

Música: Carlo Virzì

Fotografía: Tommaso Borgstrom

De vez en cuando la cinematografía nos regala comedias amables que, entre sonrisas y carcajadas, nos lanzan sin tapujos mensajes de humanidad e invitaciones a ser mejores. Tal es el caso de esta interesante “Si Dios quiere” del novel director Edoardo María Falcone.

Tomasso es un prestigioso cirujano, con un carácter endiablado y poco sociable, que va mezclando su mala educación manifiesta con un militante ateísmo del que se enorgullece y proclama. En su lujosa casa vive con su esposa Blanca, antaño revolucionaria y ahora devenida en una burguesa refinada, su insulsa hija Carla, mimada y superficial, y Andrea, su hijo de 20 años que cursa brillantemente medicina y tiene ante sí un futuro prometedor emulando a su padre.

Un día Andrea reúne a la familia para darles una noticia importante. En la reunión no falta tampoco Giani, el compañero de Carla, un tontaina profesional de turbios negocios inmobiliarios. Cuando Andrea comunica que tiene vocación sacerdotal, la crisis familiar estalla y se provoca una catarsis en toda la familia que se propone localizar al cura que, supuestamente, ha animado la vocación de Andrea.

Con un arranque excelente, la película discurre de modo estupendo presentando las diversas situaciones dotadas de comicidad, entre ellas resulta particularmente interesante el encuentro del médico no creyente con el sorprendente sacerdote de un pasado algo turbio. Entre los dos surge una difícil relación que irá cristalizando en una curiosa amistad.

Hay en el film una intuición muy loable: la dificultad que tiene nuestra sociedad actual en acoger el hecho religioso sin empañarlo por ninguna sospecha. Han caído –afortunadamente- muchos prejuicios en nuestro mundo: el de la relación de las culturas, el de la homosexualidad…Situaciones que antaño eran consideradas sospechosas cuando no condenadas, hoy son afortunadamente acogidas con más normalidad (si bien aún hay camino que recorrer). Sin embargo, el hecho religioso, antaño omnipresente en todos los ámbitos, hoy es visto como sospechoso por parte de muchos. Estamos preparados para aceptar la condición sexual, las opciones y las preferencias de los hijos…pero vemos como extraña y anormal la vocación religiosa, tan anormal que hay que protegerse de ella.

De esa premisa parte Falcone, de esa intransigencia disfrazada de progresismo para acoger las opciones religiosas comprometidas. Y en ese empeño Falcone sale victorioso porque presenta una comedia de enredo entretenida y vital que consigue pronto la fácil complicidad del espectador.

El protagonista está estupendo, Alessandro Gassman borda el papel del médico que entra en contacto con la Iglesia y ve cómo todas sus convicciones se tambalean. Los secundarios, como en las comedias italianas clásicas, son excelentes, destacando Edoardo Pesce en el papel del imbécil yerno acompañado de un detective inútil y falso. Juntos se convierten en una troupe cómica que provoca situaciones hilarantes y dignas de la mejor comedia italiana.

El ritmo ágil y el correcto metraje hacen que la película se vea muy bien y entretenga de principio a fin.

La película es una simpática llamada a la tolerancia; cuando los personajes se conocen, caen los prejuicios y se van humanizando. Al entrar en relación con lo religioso, los personajes se ven sorprendidos en sus propias trampas y se van transformando. Y es que el prejuicio surge del desconocimiento, de esa mirada corta y mezquina que empieza por uno y acaba por uno; cuando levantamos los ojos y miramos al otro desde el respeto y las ganas de conocerlo, aprendemos más sobre nosotros mismos. Como se muestra en las últimas escenas del film. Cuando nos acercamos a las personas que con sinceridad buscan a Dios, nos descubrimos capaces de hacernos preguntas profundas que habíamos antes relegado.

Divertida, sencilla, tierna y humana, “Si Dios quiere” es una película que nos anima con simpatía a mirar las opciones religiosas desde el respeto más profundo. Lo demás son prejuicios cobardes de los que la película se carcajea.

JOSAN MONTULL

REPASANDO ESCENAS

La película, como ves, es muy divertida, pero es mucho más profunda de lo que puede aparecer a simple vista. Para trabajarla vocacionalmente, te proponemos revisar algunas escenas que presentan a los personajes.

ANDREA

CARLA: Lo importante es amar, lo ha dicho papá.

ANDREA: Tienes razón, lo importante es amar. De hecho, la mía es una elección de amor. Desde hace tiempo me parecía siempre que me faltaba algo y me preguntaba ¿qué me falla? ¿Por qué estoy tan mal? Y entonces encontré a una persona que le ha dado sentido a todo, y esa persona se llama Jesús. He decidido ir al seminario y hacerme sacerdote.

TOMASSO

TOMASSO: ¿Un hijo cura? ¿Es una broma? Aparte de que Dios no existe y, si existiese, cosa que dudo mucho, ¿por qué desperdiciar la vida siendo cura? Es una profesión anacrónica. Sería como ser deshollinador, ser afilador, ser gaitero. Yo no quiero un hijo gaitero.

CARLA: ¡Cálmate, Tomasso!

TOMASSO: ¿Cómo que me calme? Estamos hablando de la Iglesia Católica, la institución más oscurantista que jamás ha existido sobre la faz de la tierra.

BIANCA (la hermana)

BIANCA: Perdona, yo estas cosas de la Iglesia no las he seguido mucho. Pero podría profundizar. Papá dice que nunca profundizo en nada.

ANDREA: ¿Por qué no lees los Evangelios?

BIANCA: El Evangelio. Es uno.

ANDREA: En realidad son cuatro.

BIANCA: Tú déjame uno, no quiero excederme.

DON PIETRO

DON PIETRO (predicando a un colectivo de jóvenes).

La última vez habíamos llegado a la multiplicación de panes y peces. Ubicación: el espléndido mar de Galilea. Reparto: el protagonista lo conocemos, siempre es el mismo, Jesús y los discípulos, una masa de personas de todo tipo. Mancos, mutilados, ciegos, paralíticos. En resumen, de risa. Que además tenían hambre.  Jesús dice: Démosles de comer, no vamos a dejarlos en ayunas. Y los discípulos con un poco de apuro decían:

¿Pero qué les damos? Solo nos quedan cinco panes y dos peces. ¡De haberlo sabido hubiéramos hecho la compra! Y Jesús dijo: Qué problema hay, yo me encargo. Al final, qué os voy a contar, no hay tanta diferencia entre nosotros y esos desgraciados. A nosotros también nos falta algo, no será un brazo, una pierna. Pero a veces casi es peor no tener certezas, esperanzas y sueños. Entonces, si vosotros también tenéis hambre como aquellos desgraciados, hacedme caso, probad a Jesús, probad su palabra, como ha hecho mi Andrea. Y os daréis cuenta de que ya no os faltará nada.

También puedes repasar unos diálogos importantes.

TOMASSO: No entiendo por qué haces todo este trabajo inútil. Ya tienes una parroquia.

DON PIETRO: Ya te lo dije, lo hago por mi madre, pobrecita. No sabes cuántos disgustos le di. ¡Si me viera ahora de cura!

TOMASSO: ¿Y qué tengo que ver yo con tu madre?

DON PIETRO: Lo hago también por ti. Deberías darme las gracias.

TOMASSO: Oye, cura, yo no tengo que dar gracias a nadie. Porque mientras tú finges salvar personas con rezos y bendiciones, ¡yo las salvo de verdad! ¡Y ellos son los que me dan a mí las gracias! Todos los días, ¿está claro?

DON PIETRO: ¡Qué carácter! Pero recuerda que aunque salves a las personas sigues siendo un ser humano. A lo mejor te creías ser Dios, pues lo siento, te equivocas. Y recuerda que la muerte llega cuando menos te lo esperas, “como un ladrón de noche”, diría san Pablo. ¿Has leído las cartas de san Pablo? […] Te lo aconsejo, sobre todo la Primera a los Corintios. ¿Quién eres tú más que tu hermano?

TOMASSO: Entre nosotros, ¿de verdad crees en Dios?

DON PIETRO: ¿Quién te crees que es Dios?

TOMASSO: No lo sé, tú eres el experto

DON PIETRO: ¿Sabes esas mañanas de verano que hace calor, no puedes respirar, abres la ventana y te llega ese fresco que te acaricia la cara?

TOMASSO: El viento.

DON PIETRO: El viento, eso es Dios.

TOMASSO: ¿Y en la Iglesia también está?

DON PIETRO: ¿Tú crees que Dios se contenta estando entre cuatro paredes? ¿Es poco, no? ¿Ves aquella pera? Un día, inevitablemente, caerá. ¿No dirás que es la fuerza de la gravedad?

TOMASSO: No, es Dios.

DON PIETRO: ¿Ves que empiezas a entender?

PREGUNTAS PARA EL DEBATE.

  • 1. ¿Te ha gustado? ¿Ha habido alguna escena que te haya llamado especialmente la atención? Repasa las escenas escritas anteriormente. Léelas despacio.
  • 2. Puedes comentar las siguientes afirmaciones de científicos y filósofos. ¿Cuáles te gustan más?
  1. Creer significa ser capaz de soportar la duda (John Henry Newman)
  2. Creo para comprender y comprendo para creer mejor (San Agustín)
  3. Creer en Dios quiere decir comprender que la vida tiene un sentido (Ludwing Wittgenstein)
  4. El azar no puede ser una creación de Dios, porque es la negación de Dios (Luis Buñuel)
  5. Lo contrario de la fe no es la razón, sino la superstición (Vitorio Messori)
  6. Mi máximo respeto y mi máxima admiración a todos los ingenieros, especialmente al mayor de todos ellos, que es Dios. (T.A. Edison)
  7. Lo declaro con orgullo: soy creyente. Creo en el poder de la oración y creo no sólo como católico, sino como científico. (Francis Collins)
  8. El mayor descubrimiento de la ciencia moderna es Dios. (Antony Flew).
  9. La naturaleza no es nada más que Dios en las cosas. Giordano Bruno
  10. La religión sin la ciencia estaría ciega, y la ciencia sin la religión estaría coja también. (Albert Einstein) 
  • 3. En la película hay una historia vocacional, la del padre Pietro. Recuérdala… cómo va descubriendo la voluntad de Dios en su vida. ¿Crees que su pasado le ayuda a dar un enfoque especial a su actividad pastoral y caritativa?
  • 4. A lo largo del film los personajes van cambiando, hay una conversión. Explica cómo cambian, en qué detalles se ve:

Tomasso

Andrea

Carla

Bianca

Gianni

Andrea

Rosa

  • 5. ¿Crees que los nombres de los Tomasso (Tomás) y Pietro (Pedro) están puestos al azar? ¿Por qué?
  • 6. La película tiene un final muy abierto. ¿Qué piensas de este final? ¿Si tú fueras el guionista –y pensando en ti- qué final harías? (Escríbelo y coméntalo).

El peor vecino del mundo

Volver a vivir: EL PEOR VECINO DEL MUNDO

Dirección: Marc Forster (USA 2022)

Guion: David Magee.

Música: Thomas Newman

Fotografía: Matthias Koenigswieser Reparto: Tom Hanks, Mariana Treviño, Manuel García-Rulfo, Rachel Keller, Cameron Britton.

En 2015 la película sueca “Un hombre llamado Ove” se convertía en candidata al óscar a la mejor película internacional. Años después el eficaz director estadounidense Marc Foster realiza un remake del film anterior en el que cuenta con una extraordinaria baza: el actor Tom Hanks.

Excepto en rarísimas excepciones (“Elvis” y “Camino a la perdición”), Hanks ha representado en el cine a personajes honestos, buenos, morales y coherentes. La elección de Hanks para interpretar al cascarrabias Otto, es garantía de éxito. Y, efectivamente, estamos ante una buena película.

Otto Anderson (Tom Hanks) es un viudo malhumorado y obstinado. Recién jubilado de su trabajo, pasa su vida controlando que, en su calle, todos cumplan las normas de circulación, de orden y de limpieza. Todo este control lo hace de modo obsesivo y solitario, manifestando una actitud permanentemente agresiva y antisocial.

Otto no quiere vivir. No soporta la muerte de su amada esposa y en varias ocasiones intenta poner fin a su vida. Pero, a pesar de la minuciosidad con la que va planeando sus intentos de suicidio, todo le sale mal.

Un día una alegre y joven familia hispana se muda a la casa de al lado, Otto encuentra la horma de su zapato en la espabilada, y muy embarazada, Marisol, lo que conlleva a una muy improbable amistad que pondrá su mundo patas arriba.

El film acierta en irnos desvelando poco a poco la historia de Otto y los motivos que le han llevado a su tristeza y amargura. La historia de amor y fidelidad de Otto va apareciendo poco a poco en los recuerdos del protagonista. El espectador va descubriendo que, tras el insoportable carácter de este vecino insoportable, hay una historia de aflicción que necesita ser comprendida. Con frecuencia visita la tumba de su esposa Sonya y le va contando sus novedades.

La relación con la nueva familia, como no podía ser de otro modo, hace que Otto empieze a mirar el mundo con otros ojos. Poco a poco va descubriendo la bondad de las personas, la dignidad de cada vecino, la necesidad de perdonar y perdonarse, la belleza de la vida y la donación. Ante sus ojos va desfilando el vecindario de siempre, la familia nueva con niñas juguetonas, un joven transexual y hasta un gato solitario. Otto empieza a ver a los demás y a él mismo con otros ojos. Con la ayuda de todos, se convierte en un héroe que luchará contra el desahucio de unos vecinos enfermos.

La película se ve con agrado desde el inicio. El tono de comedia es ciertamente divertido y arranca la sonrisa y hasta la risa del espectador. Conforma avanza el metraje, el film se va volviendo más profundo y emotivo, pero no desentona con lo visto hasta entonces.

Pero si hay algo memorable es la actuación de Tom Hanks. Hanks compone un personaje rico en matices que presenta con una gesticulación tan controlada como eficaz. Su rostro habla y nos lleva a una montaña rusa de emociones: el odio, el asco, la tristeza, el humor, la pena, el amor, el arrepentimiento. Esta memorable actuación está secundada extraordinariamente por Mariana Treviño, que da vida a la nueva vecina Marisol, la extrovertida, alocada, buena madre y esposa, que irrumpe en la vida de Otto como un auténtico torbellino y removerá su tristeza haciéndole exteriorizar todo el dolor que le consume por dentro.

“El peor vecino del mundo” es tan previsible como hermosa, tan tierna como humana, tan simpática como profunda. Es un auténtico canto a la vida, la familia y la buena vecindad. El mensaje es muy claro, sólo podemos cambiar y ser felices si nos damos generosamente a los demás. Una bellísima historia de redención, en nada empalagosa.

Después de verla, el espectador sale deseoso de ser mejor persona.

JOSAN MONTULL

Llenos de gracia

Monjas en el banquillo: LLENOS DE GRACIA.

Dirección. Roberto Bueso (España 2022)

Guion: Roberto Bueso, Óscar Díaz

Música: Vicente Ortiz Gimeno

Reparto: Carmen Machi, Paula Usero, Dairon Tallon, Nuria González, Pablo Chiapella, Manolo Solo, Anis Doroftei

En el inicio de los años 90 llegó a un orfanato amenazado de cierre de Madrid una religiosa, la hermana Marina, una monja avanzada en su forma de entender la vida, con una formación recibida en Francia y en Roma. A su llegada al colegio, los niños están fuera de control, pero Marina capta su atención con su carisma y desparpajo. Los chicos comienzan a mirar con curiosidad a esta nueva monja inmune a sus gamberradas. Sobre todo, Valdo, con el que Marina conecta de una manera especial. Cuando Marina descubre las escapadas nocturnas de los chavales, algo prohibido, da con la idea que cambiará para siempre El Parral: formar un equipo de fútbol.

Tras el fracaso del portero del orfanato como entrenador del nuevo equipo, la misma hermana Marina, con otras dos religiosas, se pone al frente del grupo de chavales y consigue éxitos deportivos y humanos en medio de un mundo hostil.

La película está basada en un hecho real. Uno de aquellos niños es el futbolista profesional Valdo Lópes que, tras marcar un gol con el Osasuna, se levantó la camiseta y mostro una inscripción que decía “Gracias, germana Marina”, homenajeando agradecido a la que había sido su descubridora. El film rebosa una comicidad excelente. Los valores humanos brotan a lo largo del metraje y, si bien en algún momento el lenguaje de los niños es grosero, estamos ante un film familiar que anima a la generosidad, la amistad y la superación.

Tal vez se le eche en falta a la película una mirada más profunda a las motivaciones vocacionales y religiosas que mueven a la hermana Marina para optar contra viento y marea por esos chavales tan desfavorecidos.

Los críos son espontáneos y divertidos…pero es una gigantesca Carmen Machi la que, con una frescura extraordinaria, da vida a esta arriesgada y valiente monja esclava del Sagrado Corazón, que contaba con 94 años cuando se filmó la película.

No es, ni mucho menos, una película religiosa, pero es recomendable, simpática, familiar y …llena de gracia.

Basado en hechos reales

JOSAN MONTULL

El triunfo

Pero… ¿Dónde está Godot? : EL TRIUNFO

Dirección: Emmanuel Courcol (Francia 2020)

Música: Fred Avril

Fotografía: Yann Maritaud

Reparto: Kad Merad, Marina Hands, Laurent Stocker, Saïd Benchnafa, Lamine Cissokho, Sofian Khammes, Pierre Lottin, Wabinlé Nabié, Alexandre Medvedev…

El cine francés ha dado sobradas muestras de su capacidad realizar comedias dramáticas capaces de divertir, enternecer y proponer una reflexión humana. Con mayor o menor fortuna, ahí están “La familia Belier”, “Especiales”, “Los chicos del coro” o la exitosa “Intocable”.

La fórmula es infalible: se trata de narrar una historia de solidaridad y ayuda, a ser posible desde hechos reales, para –desde el humor y el respeto a cada personaje- hacer una defensa de la dignidad humana y de las múltiples posibilidades de superación que tiene la persona. En todas esas historias, el que ofrece esa ayuda acaba redimiéndose y descubriendo lo mejor de sí mismo.

Todas esas características concurren en “El triunfo”. Etienne (Kad Meran) es un entrañable actor en paro, con una situación familiar complicada. Abonado a la soledad, acepta dirigir un taller de teatro en un centro penitenciario. Allí reúne a un grupo insólito de internos para representar la famosa obra de Samuel Beckett ‘Esperando a Godot’. Cuando consigue la autorización para realizar una gira fuera de la cárcel con su pintoresca troupe de actores, a Etienne se le presenta finalmente la ocasión de prosperar y de dar respuesta a las preguntas que lleva dentro.

La obra de Beckett reflexiona, desde el humor absurdo, sobre la espera y la persona. Con una lucidez extraordinaria Beckett define al ser humano como alguien marcado por la esperanza… aunque a veces no tenga motivos para esperar. Hay en “Godot” un realismo pesimista que obliga a que el espectador se pregunte sobre lo que de verdad mueve su vida.

Proponer la representación de esta obra a un grupo de presos es ciertamente arriesgado. ¿Qué es lo que esperan”, ¿qué motivos tienen para la esperanza cuando se ha perdido la libertad?, ¿Cómo viven cada día los internos cuando todo el tiempo puede convertirse en un absurdo sin sentido?

Lo cierto es que la peculiar compañía empieza a hacer suyo el texto de Beckett y cada actor va replanteándose su vida. El éxito de la función es abrumador y van recorriendo escenarios, cada vez más grandes, a la vez que van retomando motivos para esperar cada cual a su propio Godot.

La película entra en seguida en el meollo narrativo. No se detiene en la descripción de los personajes; poco a poco, a medida que van ensayando, iremos conociendo algo de sus esperanzas. En ningún momento se habla de cuáles son los motivos que les han llevado a la prisión…el pasado está ahí, como una herida íntima, sólo cuenta la esperanza, el futuro.

El estallido de alegría y de libertad que supone subirse a las tablas y recibir el reconocimiento del público contrasta con la dureza de volver a la cárcel después de ser cacheados desde la humillación por los guardias. Por eso las preguntas del texto que representan empiezan a hacerles replantear por completo sus vidas. El texto de “Godot” se convierte en subversivo cuando es llevado al escenario por personas encarceladas.

Emmanuel Courcol dirige con habilidad esta historia en la que los momentos divertidos se van alternando con situaciones dramáticas. Todos los actores están muy bien, los diálogos tienen chispa y las diversas situaciones van avanzando con fluidez.

¿Dónde está Godot?… ¿es Dios?… ¿es la libertad?… ¿está dentro de mí?… ¿es la muerte?… éstas y otras muchas preguntas van haciéndose los protagonistas de esta insólita compañía de teatro. También el espectador es invitado a hacerse preguntas, a descubrir cuáles son los motivos de esperanza, cuáles son las propias prisiones, cuál es el escenario de su vida.

Esta es la gran lección, ir viviendo preguntándose sobre el sentido de la vida es ya un triunfo… un triunfo mayor incluso que los aplausos que la compañía recibe cada vez que se baja el telón.

Deliciosa.

JOSAN MONTULL