SALUD MENTAL Y ADOLESCENTES

Desde hace algún tiempo se habla con preocupación de la salud mental de nuestros adolescentes. Al parecer, cada día hay más problemas entre nuestros chicos y chicas para que tengan un equilibrio mental saludable.

Es sabido que en la adolescencia se van afianzando nuestras opciones y nuestra manera de ser y, según dicen los expertos, en la actualidad van apareciendo cada vez más disfunciones preocupantes que presagian un futuro mental oscuro entre nuestros chavales. Es cierto que muchos de los adolescentes de nuestros días han nacido con una herencia biológica de mala salud mental marcada por la droga o por otras adicciones de sus progenitores, pero el tema va más allá de la transmisión genética.

Lejos de mí el querer dar una respuesta exhaustiva sobre las causas que llevan a esta situación, pero sí que me atrevo a intuir unas líneas que habría que tomar en consideración ante este problema. Sin ninguna pretensión, ahí van unas intuiciones.

  1. La crisis de la familia en nuestro país es más que evidente, hay más rupturas familiares que matrimonios o uniones, la cual cosa repercute grandemente en los pequeños de las familias que se rompen.
  2. La agresividad en el ambiente es notoria. Hay una virulencia en las expresiones que manifiestan animadversión, cuando no odio, en muchos contextos sociales.
  3. La pandemia y sus efectos de aislamiento. Parecía superada, pero los efectos de aislamiento que provocaron los meses de pandemia son, según los expertos, determinantes en las relaciones sociales de muchos adolescentes, demasiado acostumbrados al aislamiento.
  4. El auge incontrolable de las redes sociales con contenidos absolutamente imparables. El ciberacoso, el sexting, la suplantación de identidad, la manipulación de fotografías, el bulling… constituyen una amenaza peligrosa a la intimidad y la dignidad de muchos adolescentes que se ven acosados.  
  5. La corrupción política y la agresividad parlamentaria. Es algo habitual que nuestros representantes políticos se insulten, se degraden y manifiesten públicamente que no están dispuestos a unirse para solucionar los problemas comunes. La tentación de la dictadura o el populismo aparece engañosamente en la vida de nuestros chavales.
  6. El cambio vertiginoso en las leyes educativas. Resulta vergonzoso que en nuestros años de democracia haya habido 9 leyes de Educación. Las diversas administraciones se han manifestado absolutamente incapaces de llegar a un pacto educativo. No hay educador que se precie que sea capaz de asimilar todas esas leyes y hacerlas eficaces en su campo educativo. Es imposible…absolutamente imposible.
  7. El proteccionismo familiar lleva a que no haya tolerancia a la frustración y muchos adolescentes nos sepan cómo reaccionar ante lo que no les sale bien. Cada vez se da más en las familias una cultura de la defensa radical de lo que hagan los menores, dando amparo y cobijo siempre, sea lo que sea que hayan hecho. Hay una cultura de la apariencia, que lleva a que los progenitores busquen excusas públicas para justificar lo que hayan podido hacer equivocadamente sus hijos. La escuela, en estos ambientes, lejos de convertirse en aliada de la educación, se convierte en antagonista de la misma.
  8. El menosprecio del sentido de la Trascendencia. La pretendida modernidad ha llevado a orillar la Religión, la Ética, la Filosofía, el sentido de Dios y demás ámbitos de la vida, desprotegiendo de valores morales a los chavales, que crecen en un ambiente marcado por el capitalismo y el culto al dinero y al bienestar. En un mundo cada vez más mestizo e interracial, los valores religiosos son tachados de reaccionarios y poco progresistas. La clase de Religión (como la de Ciudadanía o la de Ética) han sido desde hace años convertidas en arma arrojadiza que no tienen la dignidad que merecen. La laicidad, que es buena, se ha tornado en laicismo, que es vacío.
  9. La falta de referente éticos. No se acaba de saber qué está bien y qué está mal. Faltan personas que sean testigos de bondad, de justicia y de comportamiento ético. Se han puesto de moda los ricos, los que tienen un éxito aparente, los que triunfan. El esfuerzo, la constancia, el sacrifico, parece que están trasnochados. Da la sensación de que lo importante no es que una cosa este bien o mal hecha sino de que no se descubra si está mal. Lo que importa no es la bondad de los actos sino la difusión de los mismos.
  10. Por otra parte, nos encontramos con chavales súper ocupados. Con muchas actividades que hacer en su tiempo libre. Hay que aprender idiomas, baile, deporte, … no hay tiempo para los grupos de fe o los grupos de referencia entre iguales con los que confrontar la vida. No hay tiempo para estar en familia… no hay tiempo para hablar o escuchar.

Esta salud mental de nuestros adolescentes está herida por lo propio de una sociedad capitalista que se ha puesto de rodillas frente al dinero y el bienestar y ha desechado los valores y el sentido… son chavales hijos de una sociedad que enloqueció hace tiempo y se perdió la cordura y el sentido común. Estos chavales nuestros necesitan amor, sentirse queridos, acompañados, guiados desde el afecto; necesitan referentes éticos, adultos en quienes confiar.

Son los hijos de nuestro tiempo… son nuestros hijos.

JOSAN MONTULL

Buffalo Kids

BUFFALO KIDS: “Vas a encontrar una familia”

Dirección: Juan Jesús García Galocha, Pedro Solís García (España 2024)

Guion: Jordi Gasull, Javier Barreira. 

Cuento: Pedro Solís García

Música. Fernando Velázquez

En 2013 el cortometraje “Cuerdas” cosechó numerosos premios. En tan sólo 10 minutos de duración, su director, Pedro Solís, contaba la historia de una niña, María, que se hace muy amiga de un niño, Nico, con parálisis cerebral. La película era un canto a la amistad y a la inclusión. El film, además, estaba inspirado en Nico, hijo del director, aquejado de parálisis cerebral, y en su hija Alejandra.

Años más tarde Pedro Solís, junto a Juan Jesús García Galocha (director de la simpatiquísima “Momias”) unen su esfuerzo y su talento para regalarnos una espléndida película de animación: “Buffalo Kids”.

Tom y Mary, dos hermanos huérfanos, desembarcan en Nueva York a finales del siglo XIX. Para reunirse con su tío, se aventuran como polizones en un tren por el Salvaje Oeste donde conocerán a Nick, un nuevo y extraordinario amigo que cambiará sus vidas para siempre. Juntos se embarcarán en un peligroso viaje, enfrentándose a malvados villanos, haciendo inesperados amigos y viviendo situaciones únicas mientras van buscando un hogar.

Los personajes de “Cuerdas” vuelven a protagonizar la historia. Mary y Nick son los nombres americanizados de los niños del cortometraje.

La película va recorriendo, desde un punto de vista humano y fraterno, los mitos del viejo Oeste. No falta el tren, los indios, el ejército, los bandidos, la mina, los grandes paisajes, los búfalos en las praderas…Hay homenajes a grandes películas; “Indiana Jones y el Templo maldito”, “Titanic”, “Taxi driver”, “La diligencia” … que los cinéfilos podrán apreciar.

A excepción de los bandidos, en la historia todo son personas que suman. Las diferencias, lejos de distanciar a los personajes, los unen y son una fuente de riqueza: cheyennes y soldados, blancos y negros, niños y adultos…todos trabajan juntos. Como paradigma de la inclusión, está el personaje de Nick, el niño con parálisis cerebral, que, no sólo es acogido por los amigos, sino que es tratado como uno más, con la misma dignidad de todos. Nick no será un espectador pasivo de la aventura, sino que, desde su discapacidad, aportará unas ayudas extraordinarias para conseguir un hogar. La unión de los diferentes será lo que posibilite el éxito en la vida.

En el grupo hay también un animalillo cercano y familiar, un simpático perro abandonado que se une al grupo y que colaborará en que los niños encuentren a sus familias.

El ritmo es preciso. Los directores combinan la acción, con el humor, la ternura, la emoción y hasta con algún que otro susto. El interés del espectador no decae en ningún momento.

El grafismo es excelente; los rostros tienen una expresividad maravillosa. Destaca sobre todo el rostro de Nick. No era fácil dotar de expresividad a una persona con parálisis cerebral.  Para crear a Nick, utilizaron muchas fotos de Nico. Su padre afirmó que “Siento que la película le ha dado a mi hijo tres años más de vida”. Y es que Nico falleció cuando empezaba a trabajarse el proyecto de “Buffalo kids”.

Su padre difundió entonces este emotivo mensaje en las redes sociales:


«Perdóname por haberme enfadado algunas veces por lo que el destino me trajo, porque el destino no se pudo portar mejor conmigo. Descansa mi vida, se acabaron las operaciones, las terapias, los dolores…. si los besos hubiesen curado, habrías sido el niño más sano del mundo. La suerte es una ramera que te dio malas cartas, pero te agarraste a la vida con todas tus fuerzas, con esos ojos que hablaban y esa sonrisa que partía el alma de amor.

Siento que no hayas tenido el mejor padre del mundo, pero a cambio si has tenido la mejor madre y hermana.

Adiós, mi Nico.

Adiós, mi vida».

“Buffalo kids” es una película para ver en familia, con amigos, con educadores, con gente de buen corazón. Es un canto a la amistad, a la familia, a la inclusión, al mestizaje, al amor a la naturaleza, a la diversidad. Es, una auténtica historia de superhéroes, bien distintos a los de Marvel. Aquellos vuelan, tienen una fuerza brutal y destruyen… estos aman, creen, se ayudan y construyen. Los de Marvel son inhumanos, fruto de una pesadilla; los superhéroes de “Buffalo kids” son simplemente humanos, soñadores que nos ayudan a soñar.

JOSAN MONTULL

Monstruo

Laberinto monstruoso: MONSTRUO

Reparto: Soya Kurokawa, Hiragi Hinata, Sakura Ando

Música: Ryuichi Sacamoto

Guion: Yoji Sakamoto

Dirección: Hirokazu Koreeda (Japón 2023)

El brillante cineasta japonés Hirokazu Koreeda tiene, entre muchos otros méritos, el de trabajar el tema de la infancia con una absoluta delicadeza y profundidad. Obras como Broker, Nadie sabe o Un asunto de familia, por ejemplo, son ejemplos de este acercamiento inteligente al mundo de la infancia.

Con “Monstruo” Koreeda entra en el mundo del bullyng.

Cuando su joven hijo Minato empieza a comportarse de forma extraña, su madre siente que algo va mal. Al descubrir que el responsable de todo ello es un profesor, irrumpe en la escuela exigiendo saber qué está pasando. Pero a medida que la historia se desarrolla a través de los ojos de la madre, el profesor y el niño, la verdad va saliendo a la luz, poco a poco.

El film juega al desconcierto desde sus primeras imágenes. Los mismos hechos son revisados por los distintos protagonistas: la madre del niño supuestamente acosador, el niño acosado, su padre, el acosador, el maestro, la directora de la Escuela… conforma la narración va fluyendo y cambian las miradas de los diversos protagonistas, asistimos a unos permanentes giros de guion que nos desconciertan y nos hacen tomar conciencia del misterioso laberinto de los sentimientos infantiles.

“Monstruos” se convierte así en un complicado puzle que el espectador debe montar para juzgar un hecho aparentemente trivial y descubrir las ramificaciones que contiene.

Temas como la moral, la familia, la escuela, la crueldad, la amistad, el maltrato, el remordimiento…van apareciendo a lo largo del metraje tratados con una sutiliza extraordinaria.

Mención especial merecen las interpretaciones de los niños protagonistas que consiguen atrapar al espectador y hacerlo entrar de puntillas en el misterioso mundo de los sentimientos infantiles.

Por otra parte, la música de Ryuichi Sakamoto subraya eficazmente la fascinación que desprende la película.

Una pequeña joya, un prodigio de sensibilidad que sigue provocando preguntas después de su visionado.

Josan Montull

El viejo roble

EL VIEJO ROBLE: Acoger para sr felices

Reino Unido. 2023.

Dirección: Ken Loach

Guión: Paul Laverty.

Música: George Fenton.

Fotografía: Robbie Ryan.

Reparto: Dave Turner, Ebla, Mari, Debbie Honywood,.

El cineasta británico Ken Loach ha plasmado como nadie, en su extensa filmografía, el retrato de temas sociales punzantes e incómodos que obligan al espectador a observar su realidad próxima sin esquivar la mirada. La marginación, la adolescencia, el paro, las madres solteras empobrecidas, la militancia política, el terrorismo… han sido temas que ha tratado en sus películas. Ahora, a sus 86 años Loach afronta, con una absoluta maestría, otro asunto muy candente: los refugiados en la vieja Europa.

El último pub que queda en un pueblo del noreste de Inglaterra es “El viejo roble”. El local está a punto de cerrar; cada vez hay menos clientela y las dificultades económicas se hacen notar. Los clientes habituales del pub exhiben su pesimismo y desilusión en sus conversaciones, mientras ahogan en cerveza su desesperanza.

El pueblo está en franca decadencia, la gente va abandonando la tierra a medida que se cierran las minas. Las casas son baratas y están disponibles, por lo que el gobierno británico ha elegido el pueblo para reubicar a un grupo de refugiados sirios que huyen de la guerra.

La llegada de los sirios supone una provocación para la triste vida de la localidad. Algunos residentes, afectados por el desempleo y la falta de oportunidades, ven a los refugiados como una amenaza a su ya precaria situación. Otros, como TJ, el dueño del pub, y Janine, una voluntaria local, abren sus corazones y hogares a los refugiados, ofreciendo apoyo y amistad.

T.J. y Yara, una joven refugiada siria, van haciéndose amigos; comparten sus historias tristes y, apoyándose mutuamente, imaginan un futuro distinto, dándole una nueva vida al “Viejo Roble”.

Loach nos regala una película conmovedora y profundamente humana. Las convincentes interpretaciones emocionan al espectador, que es invitado a pensar en el sentido de su propia vida.

La conclusión es muy clara: sólo el amor y la acogida hacen que nos entendamos a nosotros mismos. Reconocer al otro con su dignidad de persona, independientemente de su procedencia, es el único modo de ser lo que realmente somos. La xenofobia, nos dirá Loach, es una perversión abyecta que destruye en primer lugar al xenófobo. Estamos llamados a la comprensión y la misericordia; el egocéntrico egoísta nos destruye.

Una amalgama de emociones va apareciendo en el film tocándonos el corazón con la delicadeza y la sabiduría de un gran cineasta. La escena final es memorable y constituye una llamada a la esperanza.

El viejo maestro Loach ha hecho en “El viejo roble” una película tan hermosa, como necesaria.

Josan Montull