Lo blanco y lo negro : Green Book

Dirección: Peter Farrelly
Guión: Brian Hayes Currie, Peter Farrelly, Nick Vallelonga
Casting: Rick Montgomery
Dirección de Fotografía: Sean Porter
Diseño de producción: Tim Galvin
Música: Kris Bowers
Intérpretes: Viggo Mortensen, Mahershala Ali, Iqbal Theba,
Linda Cardellini, Ricky Muse

El nuevo y discutido óscar a la mejor película es GREEN BOOK, una obra fresca, convencional y con un corte clásico que cuenta una historia real que resulta estimulante para el espectador.
Tony Lip (Vigo Mortensen) es un italoamericano del Bronx, tramposo, racista y canalla que, para sacar a su familia adelante, tiene que trabajar en los mundos oscuros del juego, las apuestas y la delincuencia.
En un momento de dificultad económica angustiosa es contratado como chófer del virtuoso pianista negro Don Shirley (Mahershala Ali). A pesar de su menosprecio por los negros, aceptará el servicio y se embarcará en un viaje viaje para una gira de conciertos por el Sur de Estados donde el racismo es más exacerbado. Tony deberá llevar y obedecer «El libro verde», una guía que indicaba los pocos establecimientos donde se aceptaba a los afroamericanos.
Los dos personajes, antagónicos y diferentes, se verán obligados a vivir unidos superando toda clase de dificultades relacionales a la vez que el viaje va avanzando.
Con una presentación ágil de los dos personajes antagónicos, el director, Peter Farelli, arranca pronto una historia más que tradicional que, a pesar de todo, se nos hace agradable y muy digna de ver.
Los dos personajes son de un carácter manifiestamente distinto: Tony, tramposo, agresivo, buen esposo y buen padre, racista, bruto, muy familiar, y acostumbrado a la violencia y a la mentira como forma de sobrevivir.
Don es delicado, sensible, artista, educado, sincero, luchador antirracista y con una orientación sexual que no le hace “suficientemente blanco para estar con los blancos ni suficientemente hombre para estar con los negros”.
Dos mundos distintos, dos hombres con muchas causas para enfrentarse y con la necesidad de aguantarse mutuamente y superar juntos las adversidades.

Y en este viaje, como no podría ser de otro modo, surge la amistad. Y la amistad hace caer tópicos y estereotipos en la forma de mirar al otro, invitando a una mirada al interior de uno mismo para descubrir que, por encima del color, las opciones y las ideas…somos humanos…somos iguales.
Estamos ante una película tan sencilla como humana que ha levantado ampollas en un sector de la crítica siempre refractario a filmes con una pretensión moral.
Es cierto que “Green book” es previsible. Casi imaginamos, y hasta deseamos, lo que va a ocurrir, pero está tan bien contado que merece la pena verla.
De entrada la banda sonora y el ritmo son excelentes. La historia va hacia arriba, no decae, progresa siempre y nunca pierde el interés. Por otra parte la apuesta por la humanidad de la narración es valiente. Farrely no se esconde, habla descaradamente de la amistad, de la familia, y de la tolerancia con una naturalidad envidiable; hasta se atreve a cerrar el film con una cena de Navidad con un estilo propio de los clásicos. La película es pedagógica, mal que les disguste a algunos, comparte valores tradicionales que para muchos parecen en desuso y los defiende sin ningún rubor.

Y los dos actores están en estado de gracia. Vigo Mortensen, alejado de sus papeles de héroe y con muchos kilos de más, interpreta a un Tony Lip estupendo ofreciendo una serie de recursos actorales absolutamente memorables en donde combina la profundidad con la vis cómica. Mahershala Ali, en una interpretación que le ha hecho acreedor de un óscar, da vida al artista Don Shirley que sorprende y emociona a la vez; está ciertamente sensacional.
El director maneja con astucia y buen humor todos los buenos ingredientes que tiene en sus manos. “Green book” es una buena película, hermosa y humana, que se saborea como un clásico sencillo, sin grandes pretensiones, que tiene su fuerza en dos actores estupendos y en una historia bienintencionada que nos invita a ser mejores personas mientras descubrimos que en la vida no todo es blanco o es negro.
Vivir es un viaje, sí, y sólo aceptando las diferencias de los demás y practicando la amistad y la donación, podremos avanzar…el orgullo y los prejuicios no llevan más que a tener una avería permanente que nos sume en un atasco de por vida con la convicción de que ya no hay camino ni futuro más allá.
JOSAN MONTULL
Título original: Les grands esprits






A lo largo de todo el film hay una tensión de contrastes. Contrasta la sociedad hindú con la norteamericana, los paisajes de uno y del otro país. Pero también contrasta la moral de cada personaje: frente a la superficialidad y el vacío existencial de J.B. aparece la nobleza y la espiritualidad de los jóvenes hindúes. Mientras que para J.B. la vida no consiste más que en la búsqueda de beneficios económicos y de un una vida suntuosa y sin ningún compromiso, para Ray y Rinku valores como la familia, la devoción, la amistad, el agradecimiento y la lealtad marcan su historia. Incluso J.B. está a punto de abandonar a los dos chavales seducido por el talento deportivo –que no humano- de un mimado jugador que exige un contrato multimillonario. Pero la moral de Rinku y Ray consigue interrogar a J.B. que, acompañado por una vecina, Brenda, de la cual se enamora, va descubriendo que la fidelidad y el acompañamiento a las personas son más importantes que la esclavitud del dinero.
No le faltan al film momentos cómicos que contrastan con las escenas emotivas que surgen en el último tramo. Sorprende gratamente ver que en la trama, la oración y la fe aparecen con una normalidad absoluta, resulta gratificante que los chavales hindúes le comenten desde el afecto a J.B. que, si no reza y no tiene una visión trascendente de la vida, tendrá mucha dificultad para ser feliz. No en vano, el descubrimiento del talante humano por encima del talento deportivo de esos jóvenes lleva a J.B. incluso a rezar con ellos.
Como es habitual en este tipo de historias, en los rótulos de crédito finales aparecen los personajes reales en los que se ha basado la película y se cuenta cómo es la realidad actual que viven.