LA CEREMONIA DE LA CONFUSIÓN ECLESIAL

Se dice que la ceremonia de la confusión es un proceso orquestado, calculado e intencionado, de sembrar ideas falsas, antagonismos artificiales y divisiones espurias y estériles para crear así una situación de caos y sacar provecho del mismo. 

Para idear una ceremonia de la confusión no es preciso decir mentiras, basta con seleccionar maliciosamente algunas verdades y ocultar otras.

Algo de esto puede estarnos ocurriendo con las recientes noticias de Iglesia. Tres están siendo las que más acaparan los medios de comunicación.

  1. Primera: Un grupo de curas jóvenes tradicionalistas utilizan las redes sociales a través de una tertulia titulada “La sacristía de la Vendeé” para desacreditar la renovación de la Iglesia que abandera el papa Francisco, llegan incluso a rezar por la muerte del papa entre chanzas y bromas.
  2. Segunda: Colectivos de cristianos muy conservadores se reúnen ante la sede del PSOE para rezar el rosario “por España y en defensa de la fe católica en todo el mundo”, con la certeza de que el Gobierno de España es injusto con la fe y la vida y haciendo del rezo del rosario una manifestación política.
  3. Tercera: Un grupo de 15 monjas clarisas de los conventos de Belorado (Burgos) y Orduña (Bizkaia) han decidido abandonar la Iglesia Católica y pasarse a la tutela de la orden Pía Unión Sancti Pauli Apostoli, liderada por el “obispo” excomulgado Pablo de Rojas.

Lo cierto es que las imágenes de estas informaciones están entre el terror y la chanza. Los curas de “La sacristía…” tienen un aire fantasmagórico que en nada llama a la misericordia; los grupos piadosos que rezan el rosario en la calle dan un espectáculo surrealista y anacrónico; el supuesto obispo y el supuesto cura de Belorado parecen sacados de una película de terror o de un esperpento de Fellini o Berlanga… ¡santo Dios… qué imagen!

Es cierto, todo eso ocurre en la Iglesia, nos sonroja, pero es real. Claro que hay muchas historias, también reales, que vive la comunidad cristiana y de las que se habla bastante menos. A mí me gustaría que salieran a la luz otras noticias de la Iglesia: los miles de voluntarios cristianos que siembran amor y alegría por doquier, la tarea social de Caritas, Manos Unidas y otras muchas ONGs. Me gustaría que se hablara de la labor de la Iglesia en Gaza, en Ukrania, en Siria y en otros países destrozados por la guerra. Deseo que fueran noticia los Campamentos, Colonias, Acampadas, Travesías y un sinfín de Actividades lúdicas que se van a hacer este verano en tantos Ambientes de Iglesia. Quisiera que fuera noticia la presencia cristiana en los campos de refugiados, las misiones en países paupérrimos, o en los ambientes degradados de nuestro primer Mundo. Me gustaría que se hablara de los centros de acogida de menas que tiene la Iglesia en nuestro país, de la labor de los cristianos con los inmigrantes ilegales, los toxicómanos, las prostitutas o los chavales en exclusión, por ejemplo. También me hubiera gustado que fuera noticia la vida entregada de cada uno de los 20 misioneros asesinados a lo largo de 2023.

Entiendo que los casos de los visionarios curas de Toledo, de los que acuden a rezarle a la Virgen delante de la sede de un partido político, o el del esperpéntico número de las monjas de Belorado y Orduña se conviertan en noticia, pero no nos engañemos, la Iglesia es tan grande y materna que entrega la vida en miles de casos hermosos e impactantes que no salen en los medios.

Las otras informaciones no deben sumirnos en una ceremonia de la confusión. Aunque lo cierto es que, más que de confusión, son noticias más propias de un Carnaval.

JOSAN MONTULL

2 comentarios en “LA CEREMONIA DE LA CONFUSIÓN ECLESIAL

  1. Siento discrepar de algunos de los puntos de su artículo, que no por ello, deja de ser interesante. Es un tema muy complicado y difícil para poderlo simplificar en un artículo. En lo que, si estoy totalmente de acuerdo, es en el título «La ceremonia de la confusión eclesial». Algunos de los casos que usted menciona, son realizados por católicos comprometidos, incluso algunos de ellos, posiblemente sean voluntarios de Caritas, manos unidad, catequista, etc.… y hacer uso de su libertad religiosa rezando un rosario en la calle creo que no debe sorprendernos.

    ¿Hasta qué punto debe llegar «lo progre» a la iglesia católica? Espero que, a causa de mi utilización de la palabra progre, no me etiquete de «fascista». Estamos viviendo una época convulsa en que todo debe etiquetarse y tristemente, la Iglesia, que debería ser la casa de todo cristiano, está dejando huérfanos a muchos de ellos, entrando en temas políticos y dejando de hacer su función espiritual.

    La Iglesia es la casa de todos, y todos nos debemos poder encontrar a gusto. ¿Renovar la Iglesia por parte del Papá Francisco, debe ser a costa de imponer a un sector de católicos que deben renunciar a su espiritualidad? O sería más sensato, con Amor y respeto, dialogar con las diferentes sensibilidades sintiéndonos todos hijos de una misma iglesia que en ocasiones está dejando huérfanos.

    Es cierto que esto parece un carnaval, más aún cuando vas a una eucaristía y te encuentras desde el sagrario a jóvenes tirando globos, o el agua bendita el sábado de Resurrección, tirándola unos a otros por orden del sacerdote… etc… ¿Hasta cuánto hay que devaluar lo sagrado? Los jóvenes, los católicos, necesitamos testimonios vivos, reales de Amor de verdad, ¿Cómo acogeríamos a Jesucristo si apareciera en la actualidad?

    Todo esto, que es difícil de expresar, y espero no ofender a nadie, vayan mis disculpas por delante; para decir, que, si empezamos a no respetar lo sagrado y hacer cristianos de primera y segunda, como sin ser usted consciente ha hecho con su artículo, vamos a seguir con el caos que Jesucristo no nos enseñó. Quizás, hace falta, más respeto, más silencio, más oración, más amor y unión.

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  2. Muchísimas gracias, Josan !!!!! Feliz verano.

    Josep Mascaró i Manasanch

    Salesians Mataró

    Família Salesiana Zona Nord

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